No soy libre

Cuando un día te levantas y lo ves todo oscuro, piensas que abriendo los ojos todo va a cambiar, el problema es cuando los abres y todo es aun peor.

Cuando ves las noticias, algo dentro de ti tiembla, ves un odio arraigado en una juventud cada vez más furiosa, ves un mundo que solo pensabas en fantasías apocalípticas de películas de serie b. Cuando un país se animaliza, cuando salir a la calle puede ser como una excursión a la jungla más amenazadora, algo va realmente mal.

Nos movemos en un mundo extraño, compuesto de capas tectónicas que no paran de moverse sobre un mar de lava, chocando entre ellas y produciendo erosiones que tarde o temprano también nos influirá a nosotros. Un mundo a la par mediatizado, idiotizado, carente de criterio propio más allá del que dicte zara, el corte inglés o breska y lleno de líderes dispuestos a todo por ganar, sin importar el precio ni las vidas que cueste, borregos y pastores, ambos conjugados por sus propias carencias de conocimiento.

Porque hay que estar muy ciego si no oímos el aullido del lobo penetrar en nuestra mente, intentando manipularnos a cada momento, y lo peor no es eso, lo peor es que, aun siendo conscientes de nuestra debilidad, nos jactamos de ella y la llamamos libertad.

Somos seres sociales, seres creados en producción por una sociedad y un entorno que desde pequeño nos inducen hacia un camino u otro, y a la vez que crecemos llamamos madurez a la pertenencia ciega a una u otra vía que otros eligieron para y por nosotros.

Los que no se suman son defectos de fábrica, gente rara, frikis quizás, expulsados del paraíso de sentirse unidos a un grupo.

Yo no soy excepción, tan solo uno más que aun no se siente parte de nada, un inmaduro que aun busca su camino, quizás por la inmensa cantidad de influencias en partes iguales o meramente por que le falta algo para dar ese paso, el paso de la convicción a un dogma en particular. No soy libre, porque nunca he sentido que pudiese elegir mas allá de varias opciones, y eso ya es una forma de conducirme hacia un lugar concreto. Pero tampoco puedo ir más allá de esa elección, porque solo paso a paso puede crearse un camino propio, a veces quisiera tenerlo así de fácil, tener un camino que seguir y no morir cada día en el intento de ir creando el mío propio. Aníbal dijo una vez, “encontraremos un camino, y si no, lo crearemos”, pero el tenía su propio ejercito que lo respaldaba, yo solo tengo fe en que lo que hago, aunque puede no ser lo correcto a veces, es lo que debo hacer.