Cada día que pasa empiezo a convencerme más de que las casualidades no existen. Eso no implica que crea en un destino ni en un dios, tan solo que me empiezo a plantear ciertas cosas de forma mas seria, y aunque soy de naturaleza bastante escéptico, una pregunta me ronda la cabeza... ¿y si...?
Puede que tan solo sea el inicio de la locura o la necesidad de buscar explicaciones a las cosas que pienso o a las que soy capaz de sentir, lo cierto es que quizás el aleteo de una mariposa en este lado pueda crear un huracan en el tuyo... y si es así, sin duda habré descubierto otro trocito de respuesta a esa eterna pregunta que llevo haciendome tanto tiempo... ¿quién soy?
Miro a tras y veo un camino que solo ahora tiene sentido, aunque mientras lo recorría parecía caótico, veo como hay demasiados aleteos de mariposa en mi pasado que me han conducido a mi presente, y pienso a veces en el futuro, aunque mi futuro siempre sea el ahora.Dicen que pienso demasiado, pero no encuentro herramienta más idónea que ésa para llenar el vacío que parece haber en mi interior. Es mi forma de rebelarme, de no conformarme con lo que en teoría debería de estar conforme y que sin embargo, tanta indignación me produce.
No creo haber nacido para líder aunque si tengo segura una cosa, no he nacido para ser pastoreado, eso, seguro.
No te rindas, seas quien seas y aunque no seas nadie, no te rindas... nunca.
Como decia una pelicula de Jean Claude Van Damme: Retirada nunca, rendirse Jamas.
H
Pienso que las cosas ocurren por un motivo ... lo difícil es saber cuál es.
Pues deberías aplicarte el cuento y hacer como ha dicho H...yo también opino que la mayoría de las cosas pasan por causalidad, pero también existen las casualidades que ni la propia ciencia es capaz de explicar, entre ellas, la genética, por ejemplo....,o nunca te has preguntado que hubiese pasado si tu hicieses tal o cual cosa??
Cuando nacemos somos una piedra que cae en el mar de la vida, y nos llevamos toda la nuestra creando ondas que irremediablemnte afectan al curso de otras ondas, y así, vamos creando, con cada onda una posibilidad de mover nuestra propia peidra o de influir en el camino de otros. Al final no importa quién fué la primera piedra, tan solo hasta donde nos llevará esa corriente de la cual nosotros formamos parte. Hace tiempo vi una película donde daban una explicación muy bonita sobre eso mismo, un hombre le daba la mano a otro y le preguntaba ¿sabes donde termina tu mano y empieza la mía?... eso nos convierte en una pregunta que a la vez no deja de ser una respuesta.