Muerte.

Hace días que no se de que escribir en el blog, realmente es desde hace bastante tiempo, en cierta forma quizás desde que se que alguien me lee. Si siempre me he jactado de escribir en este blog con la falta de vergüenza que solo da el sentirse a solas, u olvidado en algún rincón, el saberse leído te impregna de cierto aire de responsabilidad, hace que quizás seas juzgado por tus palabras. No es que me importe demasiado el juicio de nadie, a estas alturas ya se que soy culpable y dudo que quede algún resquicio de inocencia en mi que no se hayan llevado ya las muchas muertes que han ido cruzándose en mi vida y haciendo en cierta forma el ser que hoy soy, tan complejo como simple.

Se ha hablado tanto de la muerte, incluso yo he hablado tanto de ella que a veces tenemos la impresión de estar vacunados, de ser insensibles al surco de la guadaña. Muchas veces he temido ser así. Insensible a ratos, y cada rato mas duradero. Parece ser que ciertas cicatrices tienden a endurecer más la piel recompuesta. Eso hace que muchas veces, en algunas de mis facetas como persona me agarre tan fuerte al “niño” que llevo dentro que le haga sangrar. Hace mucho que no escribo, seriamente me refiero. Cualquiera escribe en un blog, aquí todo se cocina y se come sin importar demasiado la calidad, el mensaje o la meta de lo escrito. Hecho de menos cuando el poeta escribía a través de mis manos, cuando con cada letra elevaba un susurro a la eternidad. Hecho de menos a ese contador de historias que se sacaba de la mano como buen ilusionista una historia con moraleja. Hecho de menos al necio enamorado que creía amar más que nadie con cada carta y que incluso en sus delirios llego a firmarlas con su propia sangre mezclada con la sal de sus ojos ciegos.

Pero toda historia tiene un principio y un final, y todo hombre nace para morir.

Siendo lo único que de alguna forma queda el propósito de esa vida.
Lo malo de los recuerdos es que atacan cuando menos te los esperas, lo malo
de aprender a vivir con ellos es ir haciéndose adulto e ir descubriendo las
verdades que de jóvenes nos negábamos a creer. Lo bueno es que curten nuestra mente, nuestra piel e incluso nuestra alma, los que aun tengan, haciéndolas mas fuerte ante la batalla.
Vivir puede que sea un camino hacia la muerte, pero eso no le quita sentido a la vida, de hecho morir es lo único que da sentido a ésta.
El tiempo pasa, breve es el espacio entre la carcajada y el lloro, dos puntos consecutivos y en tan poco espacio y tiempo…. ¡Tanto que hacer. !

2 comentarios :

  1. Anónimo dijo...

    Me parece creer que me estas describiendo, ahora me cuesta mucho escribir, aunque solo lo acia para mi...pero con las cosas que pasan en la vida, desilusiones, desengaños y traiciones parece que he cosido un corpinio antibalas hacia los sentimientos...hay que pensar que la muerte es un paso por la vida, pero muchas veces se esta muerto en esta misma, alguien, un famoso poeta recordado solamente cuando murio dijo:"qué tristes y solos se quedan los muertos!" sinceramente yo pienso "qué tristes y solos estamos los vivos", no es más triste aún?

  2. PAKY dijo...

    No todo el mundo está inspirado todos los días, incluso a los grandes escritores de todos los tiempos se les acababa agotando los recursos... Es sólo una etapa que tarde o temprano pasará. Aunque bien es cierto, que como dice Ana, los vivos estamos muy solos, pero eso ya sería hablar de otros temas como amistad, fraternidad, sinceridad, que en definitiva, creo que poco tiene que ver con este post (o no...).
    En la baraja del tarot,a la muerte también se le atribuye el significado de "cambio". En tus palabras veo que estás deseoso de que llegue un cambio radical a todo lo que te rodea, y te impacientas porque los días pasan y el cambio no llega... Lo malo es que, como tu bien dices, hay muy poco tiempo y si el cambio llega al final, me imagino que será como haber estado muerto en vida... viviendo para esperar a la muerte. Pues lo importante es que si el cambio no llega, ve tu a buscarlo(inspirado en Mahoma y lo de la montaña ;P).