¿Hay alguien ahí?

Y es que es una pregunta que me hago muy a menudo, ya que no entro tanto en mi blog como para que mis visitas cuenten, y el contador sigue poco a poco creciendo, aunque más rápido que yo. Así que empiezo a creer que alguien me espía, que me acosa lectoramente, que guiado por cierto morbo encuentra su propio deleite agridulce en entrar en este blog y leer las paparruchas que escribo cuando no tengo ganas de hacer otra cosa mas interesante y fructífera.
Y es cuando se camina tanto entre locos uno termina cogiendo ciertos hábitos, es como aquel que miente tanto que termina diciendo verdades.
O lo mismo es algun conocido que me intenta gastarme una broma, aunque no le veo sentido, todos saben que hace tiempo dejo de importarme que mi opinion o pensamientos fueran tenidos en cuenta, o leídos por alguien. No se le deben echar perlas a los cerdos, lo se por que yo una vez casi me atraganto con una.
Ademas, ya no encuentro placer en los beneplácitos, deje de encontrarlo en cuanto me di cuenta de que carecía de talento para escribir, por que el talento para escribir requiere de creatividad, ingenio, astucia y vocabulario. Yo solo trato de ser sincero. Y la sinceridad no es un talento, tan solo una maldición que posiblemente te condene al olvido.
¿A fin de cuentas que hay mas hermoso que el olvido? El reconocimiento es tan hipocrita, tan inverosímil y fluctuante que pasa del mareo al vómito en una fracción de segundo. Y a mi me dan arcadas demasiadas cosas en este mundo... y en el otro.
Por eso, si hay alguien ahí, que me pase algun cubo donde poder vomitar a solas, sin tener luego que pasar la fregona.

0 comentarios :