Malas costumbres.

Tengo, entre muchas otras, una mala costumbre que cada vez se convierte más en un auténtico coñazo, por que parte de mi es tan ilusa como el primer día (hace muchos años) de empezar en esto de Internet. Aunque afortunadamente no soy muy de visitar chats, de vez en cuando, por mero aburrimiento caigo en este mal vicio de intentar conocer gente por Internet. Algunas de mis esporádicas incursiones pueden llevar horas sin fruto alguno, es decir sin conversación ni de lejos interesante (y sin que el adjetivo de interesante tenga nada que ver con intelectual, intelectual es un adjetivo que ya hace tiempo también me produce ardores de estomago, fatiga o más comúnmente asco), otras de estas visitas se prolongan aun mas, claro esta realizando otras tareas igualmente fructíferas como escribir en este blog.
A veces algún incauto, aunque la mayoría de las veces son incautas, me abren algún privado. De estos el 50% dejan de hablarme cuando les digo que tengo pareja, el 30 % que no soy gay, el 10% me aburro yo y el 9% se rayan a los dos minutos de conversación (que tiempos antes este porcentaje solía llegar al 70%), un 1% llega a pedirme mi msn.
Tengo dos cuentas, una para este blog y otra para negocios (no seáis mal pensados), en ambas cuentas todo el mundo está siempre como ausente, desconectado o no disponible, y tengo por costumbre no molestar. Eso hace que la mayoría de las veces ni siquiera me moleste en hablar, y la “minoría de las veces” tampoco me apetezca demasiado. De todos mis contactos un pequeño grupo, tanto que los podría contar con una mano (aunque prefiero hacerlo con números que es más fácil) se mantienen fieles al menos al saludo educado, cordial o al menos de hacer ver que les importo, quizás por que casi todo ese pequeño grupo me conoce en persona.
No paran de llegarme spam de esos de “descubre quien no te admite”, pero la verdad dada mis circunstancias y mi experiencia, me importa bien poco quien no me admita, tanto como yo a ellos. ¿Por qué no los borro? Si, lo he pensado muchas veces, pero me parecería una falta de educación, no se irse sin despedirse me suena mal, de hecho cuando por prisas lo hago en la vida real (si, tengo vida real) me siento fatal luego cuando me doy cuenta. Internet desde luego tuvo su momento, como todo en esta vida incluso tuvo muchas cosas buenas, hoy día parece mas lo que simboliza, una pura anarquía (disculpen los anarkistas si no utilizo la “k”) o una variopinta mezcla entre fluidos corporales, desesperación y traumas de socialización (si fuese soez diría que me toca los huevos tela la gente que no sabe apreciar que hay mas cosas por este lado de la realidad). Internet, socialmente, esta enfermo de sí mismo, de libertinaje y de no poseer un sentido en sí mismo que vaya más allá de lo fácil (trabajos, sexo, relaciones, mas sexo, estupideces, imbecibilidades y aun mas sexo).
Por eso desde que escribo en este blog he dejado de preocuparme por buscar editorial para publicar u otros medios, por que al final el resultado es el mismo, me leerán tantos como me escuchan (los de mi mano, recuerdan) o aun menos de los que me tienen estima por lo que soy no por lo que pueda parecer, fuera parte que esto es más fácil que partirse los cuernos por buscar a alguien que te lea en la vida “real”.
Pero no me quejo, como cualquier estúpido de los que pululan por ahí, sintiendose escritor por escribir en un blog insípido y tan falto de originalidad como ellos mismos yo también me siento un incomprendido…. Pobrecito de mí.
Fin, afortunadamente, por hoy.