Perdiendo el tiempo

Uno va perdiendo el tiempo sin ni siquiera mirar el reloj, pasa a diario, a cada minuto, posiblemente si lees esto estés perdiendo un tiempo que jamás recuperarás. No solemos dar importancia a este hecho salvo cuando son tantos los minutos que perdemos que inevitablemente ese sentimiento se hace tan denso que nos ahoga. Nos pasa en las colas, en la peluquería, mientras esperamos en el portal a un amigo o pareja, o mientras estamos buscando trabajo. Perder el tiempo a veces es una excusa para intentar evadirnos de nuestros problemas; dar un paseo sin rumbo, navegar por internet, ver cualquier cosa en la tele...
A veces nos da la impresión de que intentamos huir de él, y vayamos donde vayamos seguimos siendo su prisionero, un reo del reloj.
Nos molesta perder el tiempo y nos molesta que nos lo hagan perder, lo vendemos a cambio de dinero o lo cedemos a cambio de otras cosas mas valiosas o duraderas, pero al final todo es una cuenta atrás. Que nos conduce irremediablemente a perderlo para siempre.
Odio perder el tiempo, porque soy consciente de que no tengo mucho. Nuestra vida se mide en años y estos a veces pasan tan veloces que casi no nos damos cuenta. No me cuestiono la muerte, sino la vida, el día a día, el mañana más próximo, lo que realmente nos incumbe en este instante. A veces me da miedo, pánico quizás, pensar que mañana nada cambiará, que pasará tan rápido como hoy y que al final no habré conseguido nada. Porque todo al final, queramos o no, es una cuestión de metas, y no es el llegar a la meta lo que nos aterra, sino el no haber recorrido todo el camino posible hasta ella. Es cierto que a veces depende de nosotros, pero no siempre, y eso es algo jodido, muy muy jodido. Saber que no importa lo mucho que sacrifiquemos, sino las oportunidades que por medio del azar, destino o probabilístico se nos hayan brindado junto a nuestra voluntad.
No me gusta pensar en la existencia de la suerte (porque supondría que a mi me ha tocado, no la ausencia de ésta, sino la mala), por ello me gusta ver todo en cuestiones probabilísticas, así al menos tengo una excusa para cuando alguien me pregunte; ¿no crees que pierdes el tiempo? y yo pueda responder..."probablemente", así al menos tengo un margen para creer que mi sacrificio, voluntad o esmero.... puede que alguna vez, valgan para algo.
He perdido mucho tiempo en mi vida, he invertido quizás más, vendido algunos años, he regalado otros tantos, hace mucho que no utilizo reloj (creo que nunca lo he hecho), y pese a eso, sigo sintiendo éstos granos de eternidad perderse entre mis dedos y caer en el olvido.
¿El tiempo pasado fue mejor?... no sé, nunca comparo dos cosas diferentes, a dos personas diferentes ni a dos vidas diferentes. Solo sé, aunque a veces lo dudo, que pierda el tiempo que pierda con cada paso, seguiré haciendo lo posible por alcanzar la meta, lo demás ya no depende de mi.

3 comentarios :

  1. Anónimo dijo...

    ¿Perder el tiempo? Será un derroche pero es puro placer. Caminar sin prisas, contemplar un atardecer, escribir por el placer de hacerlo, abrazar a la persona que quieres sin prisas, leer un texto poético recreándote en su lectura, escuchar música, contemplar un paisaje. Pensar, no pensar nada, no hacer nada. Todo un placer.

    Saludos y gracias por visitar mi blog.

  2. A ti por tu comentario ;9, un saludo

  3. Anónimo dijo...

    Buen artículo. Me ha gustado mucho. Yo también persigo unas metas y hago lo que puedo por conseguirlas. Te entiendo. No siempre depende de nosotros. El azar existe y la vida no reparte por igual las oportunidades. Saludos. Tartessa.