Perderse para encontrarse

Dicen que solo perdiéndonos podemos lograr encontrarnos, y eso ando haciendo durante un tiempo, perdiéndome, intentando encontrar esa parte de mí que necesitaba últimamente dado que estos tiempos tan duros requieren de cierta evasión personal para no dejarnos derrumbar por las circunstancias. Pero dos años en desempleo, salvo ciertos trabajos demasiado esporádicos, hacen que nuestra cabeza disponga de mucho tiempo para pensar, y evitar caer en el pesimismo es lo más necesario si queremos evitar un mayor agobio a nivel personal, porque la frustración resulta imposible de evitar.
Vivimos en tiempos de frustración muchos de nosotros, donde no logramos encontrar una forma de sentirnos útiles, de sentirnos realizados o de encontrar nuestro lugar ante tanto caos. Nos sentimos abandonados, alejados de la frontera de la estabilidad que ofrece un puesto de trabajo, haciendo malabarismos con tal de no caer en la completa ruina, ya no solo económica, sino personal.
Si el trabajo dignifica al hombre, ¿se es indigno por no tenerlo?, no, la dignidad no tiene nada que ver con eso, aunque por desgracia, si existe cierto sentimiento de vergüenza interior que nos cuesta alejar cada vez más con el paso del tiempo si la situación no solo no mejora, sino va empeorando.
Es en ese tiempo cuando las inseguridades se fortalecen y debemos luchar contra ellas para que no nos venzan, aunque siempre terminemos en empate. Recuperar ciertas inquietudes, atrevernos con nuevos proyectos, incluso dar vueltas en círculo con tal de no estar parado, porque lo que tiende a estar parado tiende a la putrefacción, la vida necesita movimiento, como los engranajes mecánicos, si no nos oxidamos, nos estropeamos en todas nuestras facetas.

De ahí este tan necesario post, para mandar dos mensajes, uno a vosotros y otro a mí mismo, reafirmándome en estas creencias, en estos principios de no dejarme llevar por las malas rachas, aunque duren tanto tiempo, de decirme a mí mismo que no me refugie en la esperanza sino en la fuerza de las convicciones, de no dejar de luchar por mucho que la derrota se aproxime, y en cierta forma que este mensaje que me mando pueda llegarle a otros que pasan por aquí en mi situación, la fuerza para superarse no nace de apretones de mano ni de abrazos distantes, no se encuentra en las palabras de ánimos que nos digan nuestros amigos o familiares, no se encuentra en la esperanza ni en la espera de que Dios haga algo para resolver nuestro estado.

La fuerza para seguir adelante pase lo que pase esta en nosotros mismos, y a veces debemos perdernos para lograr encontrarla, puesto que al fin y al cabo solo se trata de hallarnos a nosotros mismos por el camino y descubrir que estamos hechos de algo más fuerte que aquellos que creíamos ser.

Al final como al principio, aunque toda ayuda se agradezca, aunque toda compañía sea útil, solo nosotros podemos luchar nuestras propias batallas.

5 comentarios :

  1. contar dijo...

    eso que dices demuestra que en la oscuridad que rodea la vida, se puede encontrar la luz que todos tenemos en nuestro interior y sacar fuerzas de ella.
    animo y un abrazo

  2. Tienes toda la razón, sólo tú mismo desde tu oscuridad, podrás acceder a la luz, que seguro, está más próxima de lo que tú te crees, ya lo verás.
    No te animo, por que no lo necesitas, eres fuerte y saldrás de este bache, sólo te deseo mucha suerte, por que te la mereces. Un besazo enorme.

  3. PAKY dijo...

    Eres mi ídolo, ¡que lo sepas! mientras yo me agobio con nimiedades y tonterías varias, tu sacas de donde no hay, para tí y para los demás...
    tu generosidad no conoce límites y eso es lo que te hace fuerte y mirar hacia delante... eres la mejor persona que conozco(aunque fumes ;P)y me siento muy afortunada por ello

  4. Sobran palabras me levanto el ánimo al leer esto. Tienes que escribir más a menudo.

  5. El tito Ori dijo...

    Yo sigo creyendo en poder encontrar nuestro sitio. La lucha es continua y la incertidumbre es infinita, pero por muy mal que no esté tratando el camino hacia lo desconocido, creo que debemos aprender a extraer de cada golpe con las piedras del camino,algo bello y maravilloso que nos de aliento para seguir adentrandonos en el bosque, aunque nos queden todavía infinidad de piedras con las que tropezar...

    Gracias por tu post, eres infinitamente más grande por dentro que por fuera, y eso que bajito no eres...