Donde viven los monstruos

Esta película está basada en un cuento infantil, obra de Maurice Sendak, y es una de esas pequeñas sorpresas que caen en el cine de vez en cuando. Con la tiranía publicitaria de Avatar este film puede pasar desapercibido para el gran público, o peor aún, quedar encasillada en una película para niños, que lo es en cierta forma, pero como con “El Principito”, un adulto es capaz de sacar conclusiones a las que no podrá llegar un niño. Así que podríamos decir, sin equivocarnos, que “Donde viven los monstruos” es una de esas películas para el niño que llevan dentro ciertos adultos. O una fábula infantil para niños grandes.
En cualquier caso si es una de esas pocas películas que al finalizar nos dejan cierto sabor extraño en nuestro paladar cinematográfico, cierta sensación de haber sido partícipes de algo no demasiado habitual.
Una película de esas que tanto me gustan definir como, ni buena ni mala, pero tampoco regular, porque sin duda necesitaría más de un visionado para poder realizar una crítica con pretensiones objetivas de ella. Cosa que sin duda la convertirá en película de culto o en cierto fenómeno como en su momento fueron otras cintas infantiles para adultos. Max es un niño que juega a ser un monstruo con su disfraz de lobo, convirtiendo sus dudas y temores en agresividad, pero un día le da por morder a su madre y se escapa de casa, coge un pequeño barco y llega a una isla habitada por monstruos, donde se corona rey de todos ellos.
Con un diseño de criaturas muy cercano a las creaciones Jim Henson, los monstruos son una extraña mezcla entre ternura y terror psicológico en ciertos momentos (cuando ven a Max primero piensan en comérselo y ciertamente es un momento de mal rollo total en la película).
La isla y sus habitantes se van transformando en una metáfora sobre el crecimiento personal y sobre como vemos mejor nuestros defectos cuando están reflejados en los otros.

La banda sonora de la película también es algo a tratar a parte, así como la fotografía y ciertos diseños de exteriores. No es una película de grandes efectos, más bien de grandes “peluches”, donde el bien y el mal dependen más de cómo vemos el mundo y de que eso de ser un monstruo no depende tanto de nuestro aspecto exterior sino de las elecciones egoístas que tomamos sin pensar en los demás.
Totalmente recomendada para ese sector de la sociedad que piensa que un buen cuento debe tener moraleja, que una buena película debe esconder ciertos tesoros que encontrar y sobre todo, que aun disfruta siendo un niño, tenga la edad que tenga.

5 comentarios :

  1. Unknown dijo...

    Oscuro ... ¡felices fiestas!

  2. Anónimo dijo...

    Felices fiestas fenomeno.La película tampoco me ha dejado indiferente.¿Realmente hay alguna película de este director que no haya sido considerada ya como DE CULTO?.Me parece una película mas que interesante,me parece un acierto el tratamiento de la camara,la fotografia y todo el trasfondo en la realizacion de la misma.Efectiva,perfectamente elaborada y totalmente recomendada para la videoteca del cinefago.

  3. Aún no he visto la peli, pero llevo escuchando la BSO más de un mes a cargo del grupo "Yeah, Yeah, Yeahs", una de mis bandas preferidas. Espero que el film cubra todas mis espectativas, que son muchas, ya que llevo esperando todo el año para tamaño evento.
    Con decirte que he pasado de bajármela para verla directamente desde la gran pantalla...

  4. Pues cuando la vi anunciada no me llamó mucho la atención, pero habrá que verla. Bezozzzzz.

  5. PAKY dijo...

    One, two, ready, gooooo!!!!! all is love, is love, is love, jejejejejeje, que no se me quita la canción de la cabeza, es como la de "cuidado con el tiburón"... la peli está bastante bien, tenías razón en lo de remontarnos al mágico mundo de Jim Henson que tantos bonitos momentos nos hicieron pasar en nuestra niñez, totalmente recomendable... ¡¡para niños grandes!!, los peques creo que no la entenderían...