Cuando el cariño se transforma en tiranía buscamos razones para confirmar nuestros horribles actos.
Ya no miramos al cielo, como antaño, con esperanza, preferimos maldecir la tierra que nos ha visto nacer.
Pobres desdichados somos en el teatro del mundo donde la compasión ha desaparecido del guión divino.
Lástima... hipócrita, se compadece del desafortunado, nunca cambiaremos su sitio por el nuestro.
Ha veces nos arrancamos el corazón para tomar ciertas decisiones, supongo que por eso no nos gusta recordar nuestro pasado... nos devorarían los remordimientos.
Una moneda de reluciente oro, de alto valor, una obra de arte dedicada a la economía, o una moneda de bronce tirada en una fuente a la intemperie... siempre tendrán dos caras.
Los sentimientos son como las enfermedades, nos curamos de ellos con la medicina adecuada.
Vio Dios que todo era bueno... y creo al hombre... esto demuestra que incluso Dios se equivoca.
Inocencia... pureza... verdad... amor... eternidad... el hombre y sus fábulas.
Amor, salud, felicidad... es asombroso lo que podemos comprar, solo cambia el precio.
Sin conciencia no hay culpa.
Sin duda hay que saber distinguir entre provechoso y aprovechable.
El cielo es aquello con lo que soñamos, el infierno lo que vivimos, el diablo nuestra conciencia y dios...supongo que nuestra ignorancia.
Doña Soberbia... que despistada es, todo lo pierde.
Incluso el pájaro enjaulado canta alegremente.
Las apariencias... que vestido más ridículo.
Un ángel, en la cocina del infierno, con el tiempo, terminará siendo un demonio cocinero.
Hay una verdad en la naturaleza del hombre que se puede oler en los cementerios, pero éste repudia dicha verdad, lo único que al hombre une, lo que hace igual al rico y al pobre, al alto y al bajo, a la mujer y al hombre, algo que no debe ser tan malo si existe para todos... si, me refiero a la muerte.
Cuídate de los besos...el más famoso lo dio Judas.
El hombre necesita maldecir algo cuando todo le va mal y bendecirse a si mismo cuando todo le va bien.
La sinceridad suele acompañar demasiadas veces al rencor.
Buscar es ya una victoria...quizás la más importante.
Ya no miramos al cielo, como antaño, con esperanza, preferimos maldecir la tierra que nos ha visto nacer.
Pobres desdichados somos en el teatro del mundo donde la compasión ha desaparecido del guión divino.
Lástima... hipócrita, se compadece del desafortunado, nunca cambiaremos su sitio por el nuestro.
Ha veces nos arrancamos el corazón para tomar ciertas decisiones, supongo que por eso no nos gusta recordar nuestro pasado... nos devorarían los remordimientos.
Una moneda de reluciente oro, de alto valor, una obra de arte dedicada a la economía, o una moneda de bronce tirada en una fuente a la intemperie... siempre tendrán dos caras.
Los sentimientos son como las enfermedades, nos curamos de ellos con la medicina adecuada.
Vio Dios que todo era bueno... y creo al hombre... esto demuestra que incluso Dios se equivoca.
Inocencia... pureza... verdad... amor... eternidad... el hombre y sus fábulas.
Amor, salud, felicidad... es asombroso lo que podemos comprar, solo cambia el precio.
Sin conciencia no hay culpa.
Sin duda hay que saber distinguir entre provechoso y aprovechable.
El cielo es aquello con lo que soñamos, el infierno lo que vivimos, el diablo nuestra conciencia y dios...supongo que nuestra ignorancia.
Doña Soberbia... que despistada es, todo lo pierde.
Incluso el pájaro enjaulado canta alegremente.
Las apariencias... que vestido más ridículo.
Un ángel, en la cocina del infierno, con el tiempo, terminará siendo un demonio cocinero.
Hay una verdad en la naturaleza del hombre que se puede oler en los cementerios, pero éste repudia dicha verdad, lo único que al hombre une, lo que hace igual al rico y al pobre, al alto y al bajo, a la mujer y al hombre, algo que no debe ser tan malo si existe para todos... si, me refiero a la muerte.
Cuídate de los besos...el más famoso lo dio Judas.
El hombre necesita maldecir algo cuando todo le va mal y bendecirse a si mismo cuando todo le va bien.
La sinceridad suele acompañar demasiadas veces al rencor.
Buscar es ya una victoria...quizás la más importante.
Vio Dios que todo era bueno... y creo al hombre... esto demuestra que incluso Dios se equivoca....
Dios hizo la luz, y vió que la luz era buena...y así hasta el hombre. Sí...cuanto se equivocaba Dios.
Me encanta este post.
Buenísimas las frases, yo me quedo con la de los hipócritas, qué verdad más grande es compadecerse de los negritos de Africa y luego pasar por delante del mendigo de tu calle y ni mirarle....
Cierto, o nos quejamos cuando vienen a nuestro país buscando una forma de vida.