Prólogo de la gente que no existe.

Hay veces en las que veo buitres, mirando como algunas personas exhalan su último aliento, con una mirada que va mas allá de la esperanza para encontrarse de lleno con la peor de las muertes, ser devorado con un ápice de vida aún.
Veo cadáveres recientes en la boca de otros, y son masticados hasta que sus huesos dejan de crujir y se convirtieron en gelatina entre dientes… y veo que no les duelen las dentelladas hambrientas en sus carnes, les duele el ser conscientes de ellas.
No hay coma que los libere del dolor, la conciencia es el mayor torturador ya que incluso en sueños ésta prevalece. Parecen anhelar descubrir que se oculta a los ojos de todos tras el velo inquebrantable de la Parca. ¿Será la paz? ¿La nada? Si así fuese, les merece la pena esperar.
Corren malos tiempos, pero para los que llevan sobreviviendo toda su vida son tiempos iguales a otros, porque cambian los depredadores, pero el peligro es el mismo. No son sino la semilla que fue plantada en tierra seca, y con su propio sudor creció.
Hay gente en el mundo que se aferra mas allá de la cordura a su propio destino, aunque sería mejor decir a su propio camino, un camino que les lleva a descubrir nuevas rutas hacia ninguna parte. En su éxodo, desterrados del mundanal ruido, no hay maná que les llueva del cielo, ni mares que se habrán a su paso, dios les abandono el mismo día que se autoproclamaron dioses, dioses sin mas poder que el del libre albedrío. Y a la vez, presos de sí mismos.
Viven entre dos tierras, sin morar en ninguna, prevalecen sin otra razón que la de ser perseguidores de algo que no hayan. Una vez fueron cazadores de sueños, pero estos, una vez cazados se diluían en la realidad intoxicándose de sí mismos. Ahora buscan cazar la realidad con la inútil esperanza de dejar huella en ella, de anillar un momento para que pueda ser reconocido en el futuro, aunque solo sea en el suyo propio. Son leyendas urbanas que pasan de boca en boca muriendo en un spam en tu correo electrónico. Carecen de máscara y eso provoca que los confundas con locos, o con payasos, ya que son los únicos actores que se interpretan a sí mismos en este mundo.
Son los héroes sin medallas ni reconocimiento, los superhéroes de una sola identidad, la gente oscura que no viste de negro, los que aprendieron de sus errores y aún así siguen cometiéndolos, son la resistencia de un mundo sin revolución.
Ellos están ahí, sobreviviendo en las sombras, esperando el momento justo para alzarse contra la realidad y si es posible cambiarla…
Nunca los reconocerás pero puede que conozcas a alguno.
…es más, puede incluso que tú… seas uno.

1 comentarios :

  1. PAKY dijo...

    ¡¡Cuánta razón tienes!! Hay tántos héroes que no son reconocidos, que son anónimos y no tienen rostro.... yo conozco algunos,convivo con héroes que se dedican a que no me falte de nada en ningún aspecto, a quienes les debo lo que soy;donde trabajo también hay varios, que día tras día tienen que enfrentarse al peligro de lograr que al menos alguien forme parte de una sociedad democrática, respetuosa, sin temor al que dirán si no dan "la nota", .... y en cada sitio, y cada día, muchos de estos héroes se dejan la piel en hacer las cosas bien y en conseguir que, al menos le llegue a 1 el mensaje que pretenden difundir....