Con escoba o sin ella.

Hoy no escribo, ya se que tengo esto bastante abandonado, siempre me quejo de lo mismo, será por quejarse. Pero es que cada vez que tengo un minuto libre lo empleo en ideas genialmente estupidas destinadas al fracaso, no por la idea en sí, sino, al menos yo lo achaco a eso, mi falta de carisma. Quizas debería de hacerme notar más, levantar la voz más en las conversaciones, insultar de vez en cuando, darmelas de erudito en todo o rodearme de un coro de zombies de esos que mueven la cabeza buscando un cerebro ajeno por falta del propio. Y es que a mi siempre me ha faltado la escoba, asi que poco he podido barrer para mi casa. Con lo bien que me iria de dictador, voy y me hago democrata, que gilimbediota soy, en fin que le voy ha hacer, si no fuera por eso de que me quejaría. Y que aburrido resulta todo cuando no tienes quejas, o cuando no puedes criticar a nadie, o cuando te quedas sin comics que leer, o sin recuerdos que recordar. O pero aun, sin tema del que hablar en un blog.
Ha ganado el Psoe y Chikilicuatre, podría hablar de ello, pero cuando pasan cosas que uno quiere, o a las que contribuye, no tiene sentido, no se habla de la victoria, se disfruta.
Quizás esa es la moraleja de estas poquitas letras de hoy, que no importa nada, salvo lo importante, y que, al final, con escoba o sin ella, hay momentos que tan solo se viven, sin importar nada más que eso, haberlos vivido.