Por decir algo

Vaya días llevo, de nuevo me sorprende la vida, el destino, el azar o la mera casualidad. De pasar de un estado deplorable de tiempo libre sin beneficio alguno, salvo el de escribir algo por aquí de vez en cuando, paso a no disponer de tiempo siquiera para unas lineas estos días. Varios proyectos, todos a la vez, que tengo que aprovechar para disponer de cierta recompensa económica que me haga hacer frente a esta época de gastos. Una amiga que me escribe desde muy lejos a la que ni siquiera puedo responder por email, y que hallará en cuanto disponga de tiempo de un artículo dedicado a ella por este blog de pocas pretensiones. Gente preguntándome que cuándo quedamos para un café, compras que debo de hacer de navidad esperando hasta ultima hora... ufff, vaya, que el tiempo dilatado que he tenido en varios meses se ha parecido concentrar en una semana. Con lo que me disgusta a mi la musiquilla del tic tac recurrente del reloj ahora estoy todo el día pendiente de ella. Frío, estrés, compras de ultima hora, cientos de cosas que hacer en tan poco tiempo, pensamientos recurrentes sobre si gustarán o no los regalos que tengo en mente.... pues si parece que incluso para mi está llegando la navidad.
No se como lo haré pero hay que saber aprovechar las buenas rachas de trabajo, sobre todo cuando no abundan, así que perdónenme si se me ve poco el pelo por aquí, yo también tengo que ganarme la vida o al menos... pagar el alquiler que nos pone ésta.
Un saludo.

1 comentarios :

  1. Anónimo dijo...

    no te preocupes!!! me alegro que tengas proyectos y posibilidad de dinero en abundancia. No hace falta que me contestes, ya he hayado respuesta en esta entrada: estás bien.
    Vaya con el consumismo de navidad, todos caemos. Yo hoy he salido con la cartera llena a dar un paseo y me he acabado comprando un greender, unos guantes, un paquete de tabaco, un donut, un café, un cómic, unos coleteros, unas castañas asadas y finalmente lo que tenia pensado, fotocopias. todo esto gracias a los chiringuitos navideños y la abrumadora luz de las calles. Sí, aunque odie este ambiente caigo en ello, para que negarlo.
    No gastes mucho, un buen regalo puede ser un simple cordón de tu zapato para que alguien se acuerde de ti al olerlo cada dia o al verlo, así que... a ahorrar, que españa va mal!

    enserio, felizes turrones!